Ready-made para mercado
Febrero 2020 – Espacio Islera, CDMX
ESP
Ready-made para Mercado es una pieza realizada en ocasión de la exhibición colectiva Cronofagia (2020), en el espacio Islera, ubicado en el barrio comercial La Merced en Ciudad de México. Teniendo como línea directriz la integración a su entorno inmediato –el mercado– la convocatoria invitaba a los y las participantes a trabajar, en esta oportunidad, entorno a la relación, representación y montaje de productos alimenticios; a partir de esta premisa, Chavis realiza una réplica exacta del Escurridor de botellas (1914) de Marcel Duchamp sobre el cual dispone una variedad de frutas compradas en el mercado que circunda la galería.
Bajo este gesto conciso y en apariencia simple, subyace —como en todo ready-made— un complejo entramado semiótico que puede dar lugar a múltiples capas de interpretación. Por nombrar alguna, el Escurridor de botellas podría considerarse como símbolo del arte conceptual europeo por un lado, pero también, tomando en consideración el contexto comercial del sector y el enfoque de la exhibición, de los productos industriales manufacturados; es decir, en términos económicos, del sector terciario de producción, que es predominante en países “desarrollados”. El arreglo frutal, por su parte, podría ser leído como representativo del sector productivo primario —la explotación de materia prima sin procesar— que domina las economías “subdesarrolladas”, a la vez que de la estética exotizada que se adjudica al “sur global” como conjunto. Así, el Ready-Made para Mercado, a través de guiños que bordean a la vez el homenaje y el ultraje tanto al arte conceptual como al arte pop, constituye un intrincado tejido crítico que sostiene y deja escurrir sus múltiples sentidos.
ENG
Ready-made para Mercado is a piece created for the group exhibition Cronofagia (2020), held at the Islera space located in the commercial neighborhood of La Merced in Mexico City. With integration into its immediate environment - the market - as the guiding line, the call invited participants to work, on this occasion, around the relationship, representation, and staging of food products. From this premise, Chavis creates an exact replica of Marcel Duchamp's Bottle Rack (1914), on which he arranges a variety of fruits purchased in the market surrounding the gallery.
Under this concise and apparently simple gesture, there is a complex semiotic network that can give rise to multiple layers of interpretation, as in all ready-mades. For example, the Bottle Rack could be considered a symbol of European conceptual art on the one hand, but also, taking into account the commercial context of the sector and the focus of the exhibition, of manufactured industrial products; that is, in economic terms, of the tertiary sector of production, which is predominant in "developed" countries. The fruit arrangement, on the other hand, could be read as representative of the primary production sector - the exploitation of raw, unprocessed materials - that dominates "underdeveloped" economies, as well as the exoticized aesthetics attributed to the "global south" as a whole. Thus, the Ready-Made for Market, through nods that border on both homage and outrage to both conceptual art and pop art, constitutes an intricate critical fabric that sustains and allows its multiple meanings to trickle out.
Febrero 2020 – Espacio Islera, CDMX
ESP
Ready-made para Mercado es una pieza realizada en ocasión de la exhibición colectiva Cronofagia (2020), en el espacio Islera, ubicado en el barrio comercial La Merced en Ciudad de México. Teniendo como línea directriz la integración a su entorno inmediato –el mercado– la convocatoria invitaba a los y las participantes a trabajar, en esta oportunidad, entorno a la relación, representación y montaje de productos alimenticios; a partir de esta premisa, Chavis realiza una réplica exacta del Escurridor de botellas (1914) de Marcel Duchamp sobre el cual dispone una variedad de frutas compradas en el mercado que circunda la galería.
Bajo este gesto conciso y en apariencia simple, subyace —como en todo ready-made— un complejo entramado semiótico que puede dar lugar a múltiples capas de interpretación. Por nombrar alguna, el Escurridor de botellas podría considerarse como símbolo del arte conceptual europeo por un lado, pero también, tomando en consideración el contexto comercial del sector y el enfoque de la exhibición, de los productos industriales manufacturados; es decir, en términos económicos, del sector terciario de producción, que es predominante en países “desarrollados”. El arreglo frutal, por su parte, podría ser leído como representativo del sector productivo primario —la explotación de materia prima sin procesar— que domina las economías “subdesarrolladas”, a la vez que de la estética exotizada que se adjudica al “sur global” como conjunto. Así, el Ready-Made para Mercado, a través de guiños que bordean a la vez el homenaje y el ultraje tanto al arte conceptual como al arte pop, constituye un intrincado tejido crítico que sostiene y deja escurrir sus múltiples sentidos.
ENG
Ready-made para Mercado is a piece created for the group exhibition Cronofagia (2020), held at the Islera space located in the commercial neighborhood of La Merced in Mexico City. With integration into its immediate environment - the market - as the guiding line, the call invited participants to work, on this occasion, around the relationship, representation, and staging of food products. From this premise, Chavis creates an exact replica of Marcel Duchamp's Bottle Rack (1914), on which he arranges a variety of fruits purchased in the market surrounding the gallery.
Under this concise and apparently simple gesture, there is a complex semiotic network that can give rise to multiple layers of interpretation, as in all ready-mades. For example, the Bottle Rack could be considered a symbol of European conceptual art on the one hand, but also, taking into account the commercial context of the sector and the focus of the exhibition, of manufactured industrial products; that is, in economic terms, of the tertiary sector of production, which is predominant in "developed" countries. The fruit arrangement, on the other hand, could be read as representative of the primary production sector - the exploitation of raw, unprocessed materials - that dominates "underdeveloped" economies, as well as the exoticized aesthetics attributed to the "global south" as a whole. Thus, the Ready-Made for Market, through nods that border on both homage and outrage to both conceptual art and pop art, constitutes an intricate critical fabric that sustains and allows its multiple meanings to trickle out.
